23 abril 2017

Encuentra las 288 diferencias III: suelo femenino

La gimnasia artística lleva siendo deporte olímpico desde la primera edición de los Juegos Olímpicos, allá por 1896. Desde ese momento hasta ahora, me atrevería a decir que el suelo es el aparato que más ha evolucionado.

Si vemos este vídeo de 1928, podemos ver que la competición por equipos consistía en la ejecución de una coreografía conjunta, y que esta se parecía más a lo que hoy podríamos llamar ¿aeróbic? Ejercicios que combinaban coordinación, flexibilidad y, sobre todo, equilibrio:



Si hablamos de competición individual y nos centramos en el suelo, vemos que la estructura del ejercicio ha sufrido variaciones, pero en esencia se ha mantenido: recorrer todo el tapiz realizando elementos de danza, y saltos de esquina a esquina del mismo. Pero dando prioridad a los elementos artísticos sobre los gimnásticos en cuanto a cantidad.



A finales de los años cuarenta ya empezamos a ver diagonales con saltos mortales, así como en los cincuenta. Y en el siguiente vídeo, podemos ver a una gimnasta soviética haciendo una pirueta en 1966:


Poco después, a finales de los 60, principios de los 70, de la mano de la también soviética Ludmila Tourischeva y sus coetáneas, empiezan a verse diagonales que combinan saltos, mortales y piruetas, sin descuidar los elementos de flexibilidad.

Poco después llegarían dos gimnastas que revolucionarían el panorama: Olga Korbut y Nadia Comaneci. Prácticamente dos niñas pequeñas en comparación con lo que se había estado viendo hasta la fecha. Así, la morfología de las gimnastas es algo que también ha evolucionado, ya que se pasa de mujeres corpulentas a mujeres más pequeñas. La música de acompañamiento es algo que también evoluciona, mientras antes el acompañamiento era un piano o un organillo, se han ido añadiendo instrumentos y ahora ya podemos escuchar todo tipo de música (y también parece que las gimnastas han ido poco a poco dejando de hacerle caso a la misma).

Aquí tenemos ejercicios de suelo de ambas: graciosas, flexibles, con elementos de danza, gimnásticos y acrobáticos. En definitiva, ejercicios muy completos:



Quizás es en esa época, la segunda mitad de la década de los 70, en la que más evolucionó el suelo. Cada vez elementos acrobáticos más complejos, incluyendo mortales dobles. Es de merecer nombrar la figura de Elena Mukhina, gimnasta soviética que destacaba por su atrevimiento e innovación, llegando a realizar saltos de la categoría masculina, como el salto Thomas. Tristemente, este atrevimiento (realmente no fue su culpa, dino de la exigencia del sistema) le costó su carrera y finalmente su vida, pues poco antes de los juegos de Moscú 80 quedó tetraplégica en un entrenamiento:



A partir de ese momento y desde los 80 hasta la actualidad, cada vez más dificultad: doble mortal con pirueta, triple pirueta, diagonales que combinan varios mortales o varias piruetas...  con ello, también se ha ido perdiendo poco a poco el sentido artístico del deporte, pero no todo está perdido, todavía existen gimnastas capaces de demostrar que es posible combinar ambos aspectos, el acrobático y el artístico:


O incluso con músicas más modernas, que no solo de lo clásico vive la gimnasia:


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