Hace poco, el exgimnasta ruso Alexei Nemov (conocido en el mundo de la gimnasia como Sexi Alexei) fue introducido en el salón de la fama (International Gymnastics Hall of Fame). Con motivo de dicho nombramiento, ha concedido una entrevista a la revista International Gymnast Magazine.
En ella, recuerda el curioso episodio que vivió en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, cuando se convirtió en protagonista de la final de barra e, indirectamente, en el cambio del código de puntos, que pasó de una puntuación sobre 10 a una de final abierto. Lo que pasó es que, tras un espectacular ejercicio plagado de sueltas conectadas, recibió una nota que no convenció al público. Este, indignado, comenzó a silbar a los jueces, que revisaron la nota de Nemov, dejando la final paralizada durante un buen rato. Finalmente, comunicaron su nota definitiva que, pese a haber subido unas cuantas milésimas, no fue suficiente para que Alexi subiera al podio. Lo mejor de todo es verlo muerto de vergüenza pidiendo calma al público:
Pero lo importante de la entrevista, lo que puede llegar a generar debate, es su opinión acerca de la proliferación de especialistas en las finales por aparatos. Según Nemov, los gimnastas deberían centrarse en la competición individual y no en uno o dos aparatos, pues la gimnasia es un deporte multidisciplinario.
Si bien ha existido siempre, es cierto que la figura del especialista ha proliferado en los últimos años. Antes el gimnasta trabajaba los cuatro o seis aparatos, ahora cada vez más los hay que prefieren centrarse en uno o dos. Esto les quita la opción de la competición individual, pero les suma posibilidades en las finales por aparatos.
Por un lado, es cierto que esto divide la gimnasia, como si fuesen dos deportes diferentes: por un lado, el all-around; por el otro, las finales individuales. En este aspecto quizá no me parezca lo más justo, pues los especialistas restan opciones de medalla a los que participan en el all-around: menos aparatos en los que centrarse y menos competición previa los hace llegar más frescos a la final.
Pero por otro lado, me parece una buena forma de reciclarse para los gimnastas de mayor edad que no se ven capacitados para entrenar todos los aparatos a un nivel competitivo. Porque es esto lo que más solemos ver: antiguos gimnastas completos que, con el paso de los años, se han ido especializando, véase Oksana Chusovitina (salto) o Fabian Hambüchen (barra). Además, esto nos da la posibilidad de ver ejercicios de un altísimo nivel, que para el espectador siempre es bueno.
Pero, ¿ganan siempre a los especialistas? No hay más que ver los resultados de los últimos Juegos Olímpicos. En femenina, todas las medallas de oro por aparatos las coparon Simone Biles y Mustafina, medallistas en la final individual. Podemos considerar a Sanne Wevers como especialista en barra y asimétricas. Además de Wevers, Paseka logró la plata en salto y Steingruber el bronce, si bien esta última es gimnasta completa aunque destaque en salto y suelo. En asimétricas lograron medalla Madison Kocian y Sophie Scheder, también especialistas. Pero en ninguno de los dos aparatos las especialistas lograron el oro.
En masculina sí podemos ver cómo destacan más los especialistas. En salto, Ri Se Gwang; en anillas, tanto Petrounias como Zanetti; y, en barra Hambüchen. Sin embargo, Oleg Verniaiev y Max Whitlock, plata y bronce de la general respectivamente, consiguieron el oro en paralelas el primero y en suelo y caballo con arcos el segundo.
En fin, me parece una desventaja para los gimnastas completos, pero como espectadora me gusta ver especialistas en competición. Los gimnastas completos siguen siendo capaces de ganar en las finales por aparatos, no siempre ganan los especialistas.
Por un lado, es cierto que esto divide la gimnasia, como si fuesen dos deportes diferentes: por un lado, el all-around; por el otro, las finales individuales. En este aspecto quizá no me parezca lo más justo, pues los especialistas restan opciones de medalla a los que participan en el all-around: menos aparatos en los que centrarse y menos competición previa los hace llegar más frescos a la final.
Pero por otro lado, me parece una buena forma de reciclarse para los gimnastas de mayor edad que no se ven capacitados para entrenar todos los aparatos a un nivel competitivo. Porque es esto lo que más solemos ver: antiguos gimnastas completos que, con el paso de los años, se han ido especializando, véase Oksana Chusovitina (salto) o Fabian Hambüchen (barra). Además, esto nos da la posibilidad de ver ejercicios de un altísimo nivel, que para el espectador siempre es bueno.
Pero, ¿ganan siempre a los especialistas? No hay más que ver los resultados de los últimos Juegos Olímpicos. En femenina, todas las medallas de oro por aparatos las coparon Simone Biles y Mustafina, medallistas en la final individual. Podemos considerar a Sanne Wevers como especialista en barra y asimétricas. Además de Wevers, Paseka logró la plata en salto y Steingruber el bronce, si bien esta última es gimnasta completa aunque destaque en salto y suelo. En asimétricas lograron medalla Madison Kocian y Sophie Scheder, también especialistas. Pero en ninguno de los dos aparatos las especialistas lograron el oro.
En masculina sí podemos ver cómo destacan más los especialistas. En salto, Ri Se Gwang; en anillas, tanto Petrounias como Zanetti; y, en barra Hambüchen. Sin embargo, Oleg Verniaiev y Max Whitlock, plata y bronce de la general respectivamente, consiguieron el oro en paralelas el primero y en suelo y caballo con arcos el segundo.
En fin, me parece una desventaja para los gimnastas completos, pero como espectadora me gusta ver especialistas en competición. Los gimnastas completos siguen siendo capaces de ganar en las finales por aparatos, no siempre ganan los especialistas.
Bibliografía:
International Gymnast, «Nemov Favors All-around 'for Equity and Beauty'»
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