01 noviembre 2018

... El AA te lo da (II)




Dos días después de la apretadísima final por equipos, nos encontramos con una final individual de infarto.


En el grupo de los favoritos teníamos a los chinos Xiao Ruoteng —quien defendía el título— y Sun Wei, el japonés Kenzo Shirai, el estadounidense Sam Mikulak y los rusos Nikita Nagorny y Artur Dalaloyan.

Fuera de este grupo teníamos a Oleg Verniaiev en anillas, Kazuma Kaya en caballo con arcos y Kohei Uchimura en la grada. También eché de menos en la final a Manrique Larduet, quien el año pasado luchó codo con codo contra Oleg para ver quién la liaba más, pero que es un gimnasta excelente. También estuvo nuestro Néstor Abad que, no es por nada, pero terminó undécimo, y visto el nivel, es una grandísima posición, así que desde aquí quiero felicitar a Néstor por el gran trabajo.

La competición empezó en suelo. Abrió Sun Wei con un doble en carpa adelante que no clavó, pero que fue muy bonito. Luego, en la penúltima diagonal se quedó parado esperando a que sonara el crono para acabar con la triple pirueta. Teniendo en cuenta que su dificultad fue de 5.5, todo apunta a que se saltó algún elemento. Podría donarle su tiempo de sobra a Mustafina en barra, que se llevó penalización en la final por equipos.

Mikulak, Shirai y Dalaloyan estuvieron muy bien. Nagorny estuvo simplemente sublime, algún día me gustaría ser tan alta como sus diagonales, qué triple agrupado atrás de entrada, qué serie combinada de piruetas y doble agrupado adelante... ojalá se lleve el oro en la final de suelo. Quien desentonó un poco fue el hasta entonces campeón del mundo, Xiao Ruoteng, que no recepcionó bien su ¿doble pirueta y media adelante? Además, pidió revisión de nota pues, al parecer, su primera diagonal contó como triple pirueta cuando debería haber sumado como triple pirueta y media.

Fuera del grupo de los favoritos tuvimos un gran caballo con arcos de Kazuma Kaya, un salto excelente de Davtian y algo que, sinceramente, no me esperaba para nada: un Oleg Verniaiev con el hombro hecho mistos, vendado, tras ocho meses fuera de la competición, clavando su ejercicio de anillas con un 6 de dificultad. Recordemos que en enero era la momia, estas cosas lo hacen grande:


Screenshot-2018-1-6 Oleg Verniaiev ( verniaiev13) • Instagram photos and videos(1)
The mummy



La primera rotación nos dejó a Shirai primero —no esperábamos menos—, Dalaloyan segundo, y Davtian y Nagorny empatados en tercera posición.



En caballo con arcos Sun Wei y Xiao Ruoteng volvieron a meterse el palo de la fregona por dentro del maillot para ofrecernos dos rutinas excelentes. Sam Mikulak mostró una cadencia y una amplitud y altura en los molinos americanos que enamoran, aunque lo que más destaca son las tijeras con salto lateral a lo largo de todo el caballo que, de hecho, creo que llevan su nombre.

Kenzo salió del paso en un aparato que no es su fuerte, Nagorny volvió a abrir las piernas, aunque no tanto como en la final por equipos y Dalaloyan estuvo discreto.

Fuera de este grupo, tuvimos un precioso ejercicio de paralelas de Nguyen, a Verniaiev poniéndose los calcetines con velcro para clavar su Dragulescu y al rumano Muntean flipándolo porque, tras unas grandes paralelas —recordemos que son su mejor aparato— acababa la segunda rotación en primera posición, seguido por Oleg y Ruoteng el remontador.

En anillas no hubo sorpresas, ¿cuándo ha habido sorpresas en anillas? Sin embargo, teníamos a Verniaiev en paralelas con un ejercicio absolutamente sublime, 6.7 de dificultad y 15.666 de nota total, la más alta de toda la final. Apenas una colocación de manos. El bueno de Oleg atesoró un punto y medio de ventaja sobre Xiao Ruoteng y Sam Mikulak para luego poder liarla a gusto en barra y, quién sabe, quizá también para atascarse en un apoyo invertido en caballo con arcos. En este twit de la F. I. G. podéis verlo:

https://twitter.com/gymnastics/status/1057647896852606976
A estas alturas, yo ya quería medalla para Mikulak por su buen hacer y su cara de disfrute constante.

También tuvimos oportunidad de ver las paralelas de Bragger, con una original entrada de espaldas al apoyo en una banda, lástima que luego fallara en la salida.

El salto tuvo dos absolutos protagonistas: Shirai y su Shirai (Yurchenko triple) y Dalaloyan y su Blanik (paloma doble mortal en carpa adelante). Los demás saltos también fueron buenos, como el Dragulescu de Nagorny, pero quedaron eclipsados por estos dos.

Y aquí llegó la crónica de una muerte anunciada, el despertar de un sueño que no queríamos que se acabara, la caída de un gigante: la cagadita de Oleg. Sabemos que la barra no es su aparato, que tiene el hombro que da pena... pero no perdíamos la esperanza. Fue saliendo poco a poco del paso, e incluso nos regaló un giro de 360º con salto altísimo que me encantó, pero en la salida clavó las rodillas. Para más inri, se hizo daño en su maltrecho hombro.

Con Verniaiev hundido en la clasificación, Xiao seguía primero, Dalaloyan segundo y Nagorny se colocaba tercero, por encima de Mikulak.

Ya en paralelas, a Dalaloyan esta vez no se le ocurrió fallar e hizo un ejercicio perfecto, así como Ruoteng, Mikulak y Wei . Si es que en cada rotación subía más el nivel, ha dado verdadero encanto verla. Para que os hagáis una idea, a Nagorny se le fue mínimamente la vertical tras un diamidov y su 14.866 fue considerado un error que lo dejaba fuera del podio.

A estas alturas, el dolorido Oleg dejó de interesar al realizador. Y debía de estarlo realmente, pues tanto en suelo como en caballo con arcos obtuvo notas de 12 que lo dejaron a mitad de la tabla. Por arriba, teníamos a Dalaloyan primero, Ruoteng comiéndole la oreja a Dalaloyan, Mikulak comiéndole la oreja a Ruoteng y Nagorny comiéndole la oreja a Mikulak, los cuatro a un punto de distancia.

Y La barra, una vez más, iba a decidirlo todo. Mikulak por fin iba a conseguir su medalla, pero dobló los codos en el Kolman y se le soltó un brazo en el Tkachev con giro. Él no perdió la sonrisa, pero a todos nos dio una pena increíble, pues verdaderamente se merecía el podio por actitud y por aptitud. Nagorny se aprovechó de ese fallo y se colocó por delante, asegurándose el bronce y dejando paso a la lucha por el oro.

Salió Dalaloyan y clavó su rutina, la pelota estaba en el tejado de Ruoteng. Esta vez no erró en el Liukin que tanta emoción dio en la final por equipos. Las pantallas anunciaban que Xiao necesitaría un 14.233 para alcanzar a Artur.

Su ejercicio fue magnífico, se abrazaba a su compañero Sun Wei para celebrarlo. Dalaloyan y Nagorny hacían lo propio por haber conseguido la plata y el bronce. De repente, aparece en pantalla la nota del chino: 14.233.

¡Empate! ¡Qué ocurre? ¡Artur tiene el oro! Estaba ocurriendo justo lo contrario que en la final por equipos, esta vez la grata sorpresa era para los rusos y la negativa para los chinos. Ambos habían empatado en la suma de las seis notas. ¿Y qué ocurre cuando en el concurso individual empatan dos gimnastas? Se descarta la nota más baja de ambos y se suman las otras cinco. En el caso de Dalaloyan fue el 13.400 de caballo con arcos la que desapareció; el de Ruoteng, el 14.133 de suelo.






¿Es justo que al final gane el que peor ejercicio ha hecho por, justamente, desechar esa nota? ¿Debería ser como en las finales por aparatos, que decidiera la nota de ejecución sobre la nota de dificultad? En ese caso, también habría ganado Dalaloyan, así que no tenemos nada que discutir.

Ahora solo queda que Valentina Rodionenko se coma sus palabras (aunque ella prefiere decir que estas impulsaron a Artur para hacerlo genial y ganar) y que Nikita y Artur disfruten de su histórico podio.

Primera vez en 10 años que hay una medalla rusa en el AA (desde Yuri Ryazanov [D. E. P.] en 2009).
Primera vez en 19 años que gana un ruso el AA (desde Nikolai Kryukov en 1999).
Primera vez en la historia que hay dos rusos (rusos propiamente dicho, no soviéticos) en el podio del AA.

Dalaloyan, qué grande eres.


Bibliografía:




Resultados completos en la web de la F. I. G.




Imagen principal: live.gymnastics.sport

2 comentarios:

  1. […] emoción a la final. Abrió Biles y decidió que esta final necesitaba ser tan emocionante como la masculina, así que se cayó en el mortal adelante agrupado con media pirueta y se desequilibró en el mortal […]

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  2. […] y la mayor dificultad rompían el empate en su contra. No siempre iba a perder los desempates Xiao.  Pero no debe desanimarse Max, hizo un excelente trabajo y el Magyar-Gu Wuonian con molinos […]

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